El 10 de abril de 2025, la Financial Reporting Council (FRC), organismo regulador del Reino Unido, impuso una multa de £6,5 millones a Ernst & Young LLP (EY) por deficiencias graves en las auditorías de los estados financieros de Thomas Cook correspondientes a los ejercicios fiscales de 2017 y 2018. Tras la admisión de responsabilidad y resolución anticipada, la sanción se redujo a £4,875,000. Además, el socio auditor Richard Wilson fue multado con £140,000, reducida a £105,000 por los mismos motivos.​

Principales deficiencias identificadas
Evaluación del fondo de comercio (Goodwill): EY y Wilson no aplicaron el escepticismo profesional necesario para corroborar las estimaciones y suposiciones de la dirección respecto al fondo de comercio, que ascendía a £2,6 mil millones, representando aproximadamente el 40% de los activos totales de la compañía. ​

Evaluación de la viabilidad financiera (Going Concern): En la auditoría de 2018, no se cuestionaron adecuadamente aspectos clave como las pruebas de sensibilidad, la liquidez y los márgenes sobre los convenios financieros, lo que impidió concluir si existía una incertidumbre material sobre la capacidad de Thomas Cook para continuar operando. ​

Independencia del auditor: Se identificó una amenaza de familiaridad debido a la estrecha relación entre un socio de reestructuración de EY y el director financiero de Thomas Cook, lo que pudo comprometer la objetividad de la auditoría. ​

Medidas correctivas y declaraciones
Además de las sanciones económicas, EY recibió una severa reprimenda pública y se le ordenó implementar medidas correctivas específicas para evitar reincidencias, incluyendo una revisión personalizada de ciertas auditorías y la evaluación de la eficacia de las acciones correctivas implementadas. Richard Wilson también recibió una reprimenda pública y se declaró que los informes de auditoría de 2017 y 2018 no cumplieron con los requisitos relevantes.

Claudia Mortimore, subdirectora del FRC, destacó que las deficiencias en la auditoría de 2018 fueron especialmente graves, dado el deterioro del rendimiento financiero de Thomas Cook, lo que aumentaba el riesgo de que el fondo de comercio estuviera sobrevalorado. ​

EY expresó su pesar por las deficiencias en las auditorías y afirmó haber reforzado sus procedimientos, formación y metodología global de auditoría para abordar los problemas identificados. ​

Este caso resalta la importancia del escepticismo profesional y la independencia en las auditorías, especialmente en situaciones de deterioro financiero significativo.

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